Columna: LA REVUELTA DE LA COMIDA

Columna publicada en http://www.mentefrappe.cl 

revuelta

“Dale un besito y después lo botas” escuché muchas veces cuando era chica y el pan estaba añejo. Durante un evento vi que las mesas donde se sirvió el desayuno quedaron repletas de panes y mediaslunas sin un solo mordisco y, con un poco de miedo al preguntar, corroboré que se iban a ir a la basura.

Recuperar tan sólo la mitad de lo que se pierde o desperdicia podría bastar para alimentar al planeta”consigna la FAO en su web. Así, en este evento, comida buena, comida rica, comida limpia se iba a ir al basurero. Algo tenía que hacer. Me dolió saber que a la mayoría no le importa y si les importa, se ciegan frente al tema del desperdicio de alimentos. Pedí una caja para llevármelos y la llené hasta el tope con todo lo que encontré. En la oficina estaban felices y era obvio. ¿Quién le dice que no a una medialuna con manjar?

Este es un problema gravísimo y no solamente en Chile, sino que a nivel mundial. Se estima que entre 1.200 y 2.000 millones de toneladas de alimentos nunca llegan a un plato. Según consignan las cifras, es alrededor de 5.000 millones de pesos lo que una “gran cadena de supermercado” bota mensualmente en comida. Esta cifra me revuelve el estómago. Nadie nos dice, nadie nos cuenta dónde va a parar ese pollo que no se vendió, la lechuga que quedó en el estante por ser la más fea o el brócoli más chico de la camada.

¿Cuántos cultivos no son cosechados porque no cumplen con el look exigido por los supermercados? Una manzana deforme por ejemplo no pasa el control de calidad. Por eso cuando vas a comprar fruta la mayoría luce como clon de la otra. Por ejemplo, si a un camión con paltas se le cae una caja se considerará pérdida de alimentos, aunque sean aptas para el consumo humano, son descartados por los minoristas y sobre todo por los mayoristas, cuando podríamos estar haciendo kilos de marraquetas con palta; pero no, al parecer tienen mejor sabor en bolsas de plástico en un vertedero.

Durante 2015 los franceses lograron aprobar una ley que obliga a los supermercados a donar alimentos con fecha de caducidad límite a organizaciones de caridad. Tienen un período por ley para identificar a qué organización los donarán. ¡Bravo! Porque a mi parecer esto sobrepasa la caridad, es conciencia social. En Argentina la conocida chef Narda Lepes lidera una campaña que se llama “Valoremos los Alimentos” donde insisten y recuerdan en el reutilización inteligente de las sobras y en un mensaje majadero pero cierto: botar comida equivale a tirar a la basura recursos económicos y también naturales, como agua y suelo. Tiene tanta lógica.

Chile no se está quedando atrás. Existen organizaciones como la Red de Alimentos, corporación sin fines de lucro, que nació en 2010 con el fin de reunir productos alimenticios que son aptos para el consumo, pero que no pueden ser comercializados, para que no terminan en el tacho de la basura, sino que son distribuidos en más de 120 entidades solidarias. Además, la organización colectiva y voluntaria Disco Sopa pretende crear conciencia de una manera lúdica sobre el desperdicio de alimentos en nuestro país. Personas de todas las edades se juntan a cocinar verduras, desechos de granjas y supermercados locales que luego entregan de forma gratuita al público en una especie de fiesta, con música por supuesto. Dos buenas acciones que tenemos en frente, pero lo más probable es que no lo sabíamos.

Contar con una alimentación adecuada fue declarado un derecho humano básico hace más de medio siglo pero aún así son decenas de millones de personas en el mundo no tienen acceso a alimentos suficientes. No es hablar de pobreza, es hablar de buena distribución y lo grave que llega a ser la inseguridad alimentaria. Aquí no hablamos de política, pero ellos deberían hablar del desperdicio, aquí no vengo a enseñar sobre el diseño de políticas públicas porque no soy una experta, tampoco de derechos humanos; sólo vengo a exponer una realidad donde cada uno de nosotros complementa el círculo y tiene capacidad de generar un cambio.

Congelar y reutilizar. ¿Tallarines de tres días? Ponle un par de huevos encima y hazlos tortilla. ¿Se secó el arroz en el refrigerador? Saltéalo con verduras, ¿El tomate está muy maduro para ensalada? ¡Hazlo salsa!, ¿La manzana está harinosa? Pie de manzana, ¿Te sobró pollo asado? ¡caldito de pollo!

Aprendamos desde nuestra propia cocina a jamás botar comida buena. No es revolución, es más lo que yo llamo una “revuelta” de la comida.

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2 respuestas a “Columna: LA REVUELTA DE LA COMIDA

  1. Muy interesante tu post. Aquí en España hay un emprendimiento que utiliza las frutas y verduras que no se venden en supermercados o ferias (porque son muy «feas») y las transforman en sopas y mermeladas ricas en contenido de frutas y verduras, lo encontré súper interesante. Hay que tomar conciencia con este tema! Yo sufro cada vez que algo se me hecha a perder y hay que botarlo a la basura, por suerte no me pasa casi nunca y trato de utilizar todas las sobras! 🙂

    1. ¡Qué buen emprendimiento! Yo también sufro. A veces es inevitable, pero sí podemos
      Poner un granito de arena, todo suma.
      En mi casa vivimos del Lumami 😂
      Abrazos!

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