Son galletas escocesas y se conocen como Shortbread; antiguamente las hacían pasar por pan para pagar menos impuestos por eso llevan ese nombre. Esta es una simple receta para unas galletas suaves, pero intensas, perfectas para la hora del té.
4 ingredientes que la mayoría de las veces tenemos en casa, un par de pasos, un poco de frío y unos minutos de horno.
Esta masa no sólo sirve como galleta, también podemos ocuparla como base de tartaletas o kuchenes, así que ojo y a guardarla.
Ingredientes
- 200 gramos de mantequilla con sal
- 150 gramos de harina
- 50 gramos de maicena o almidón de maíz
- 3/4 taza de azúcar
Para el glaseado
- 1 taza de azúcar flor
- 1 cucharadita de vainilla
- Agua necesaria
Paso a paso
- Cortamos la mantequilla en cuadritos. Debe estar a temperatura ambiente.
- Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que se forme una crema.
- Tamizamos (pasar por un colador) la harina y el almidón de maíz y agregamos a la mezcla de mantequilla y azúcar.
- Con las manos unimos la masa. Si se separa, no importa, la volvemos a unir.
- La envolvemos en papel film (plástico) y dejamos en el refrigerador por 30 min.
- Luego de los 30 min. enharinamos la mesa y estiramos la masa hasta dejarla de 1/2 centímetro de grosor.
- Cortamos las galletas de la forma que queramos, las mías son redondas. No tenía cortador, así que utilice un vaso pequeño.
- Horneamos las galletas a 200 grados por 10- 12 minutos. Sacar antes que se doren.
- Cuando estén listas las dejamos enfriar mientras hacemos el glaseado.
- Para el glaseado: mezclar la taza de azúcar flor con un poco de agua y esencia de vainilla hasta que quede espeso. El punto exacto es cuando se puede dibujar un «8» con el liquido.
- Sumergimos las galletas en el glaseado y dejamos secar
- ¡Listas para comer! (Recomiendo un té chai para esta ocasión)