Me llegó de regalo un paquetito maravilloso de pastas Divella (los encuentran aquí http://www.globeitalia.cl) y dentro venían estos canelones increíbles que me hicieron pensar y probar una nueva receta.
Estoy en la «semana del zapallo», como verán he subido varias recetas y es porque es un ingrediente tan agradable que dan ganas de probarlo en diferentes formas.
Esta receta requiere tiempo, orden y paciencia así que seleccionen bien sus ingredientes y ármense de paciencia porque queda una pasta deliciosa, apta para vegetarianos y que endulza el paladar de los carnívoros.
Ingrediente (para 20 canelones medianos)
- 500 gr de calabaza o butternut (yo ocupé este último)
- 300 gr de ricota
- 10 champiñones ostra
- 80 gr de nueces
- 1/2 diente de ajo
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 20 canelones Divella
- Queso parmesano
Para la salsa blanca
- 1 litro de leche
- 4 cucharadas de mantequilla
- 3 cucharadas soperas de harina
- Nuez moscada
- Sal y pimienta
Paso a paso
Primero vamos a partir por el relleno y esto toma tiempo porque vamos a cocinar el zapallo al horno
1. Cortar el zapallo en trozos delgados para que quede tierno y con textura de puré. Aliñar con aceite de oliva, pimienta y canela. Hornear a 180 grados por 40-50 minutos o hasta que esté blando
2. Una vez horneado, le sacamos la cáscara y llevamos a un bowl con la ricota y con el pisa papas vamos a formar un puré. Aquí aplicamos la fuerza del brazo para que quede un puré rústico.
3. Cortamos los champiñones ostra en cuadritos pequeños y agregamos al puré de zapallo.
4. Lo mismo haremos con las nueces y las agregamos. Unificamos esta mezcla.
5. Agregamos sal a gusto, si es necesario más pimienta y guardamos en el refrigerador por 20 minutos.
Ahora viene la magia de ¿y cómo rellenamos los canelones? Pues bien, muy fácil. Necesitamos una bolsa ziploc o de esas con cierre hermético. Vamos a ocuparla como manga para rellenar.
6. Rellenamos nuestra bolsa 3/4, sacamos el aire y cerramos. Cortamos una punta para formar una boquilla.
7. Tomamos los canelones y de a uno vamos a ir rellenando con cuidado. Si la mezcla queda en la mitad, damos vuelta y rellenamos por el otro lado. Así hasta rellenarlos todos.
Paciencia porque aún nos falta hacer la salsa blanca. ¿Qué es el roux se preguntarán? Bueno, el roux es la base de nuestra salsa blanca y no es más que mantequilla y harina
1. En una olla de fondo grueso ponemos la mantequilla a derretir a fuego bajo.
2. Cuando la mantequilla esté casi derretida agregamos las cucharadas de harina y rápidamente con un batidor de mano vamos a mezclar hasta unificarlas. No queremos grumos y esa es la magia de partir con el roux.
3. Cuando tengamos unificados los dos ingredientes vamos a agregar 1 litro de leche y vamos a revolver con el batidor de mano.
4. Agregamos sal, pimienta y nuez moscada y dejamos cocinar a fuego bajo.
5. La salsa se demora aproximadamente 30 minutos en estar lista: debe quedar cremosa, para eso debemos estar muy atentos en revolver y revolver y nunca dejar de revolver.
6. Vamos a saber que nuestra salsa está lista cuando introduzcamos un cucharón y al pasar el dedo por el medio la salsa NO se junte. Así de cremosa debe quedar.
Armado
1. Una vez lista la salsa blanca vamos a elegir una fuente resistente al horno y cubriremos todo el fondo con una capa de salsa.
2. Ordenamos los canelones sobre la capa de salsa.
3. Agregamos por encima la salsa blanca hasta cubrirlos completamente. Deben estar cubiertos para que la cocción sea adecuada.
4. Sobre la salsa podemos agregar nueces picadas y espolvorear queso parmesano para que gratinen.
5. Horneamos los canelones por 25 minutos a 190 grados.
Ahora estamos listos para comer, pero antes tengo otro tip para este plato.
Un puñado de perejil cortado rústicamente, dos cucharadas de mantequilla y un chorro de aceite de oliva. Todo esto cocinar por 5 minutos en un sartén. Poner la mantequilla en la mesa para que cada persona ponga sobre sus canelones. No se van a arrepentir
¡Que disfruten esta receta! Algo tediosa, pero después es tan amable al gusto que no se van a arrepentir.