Esta historia parte de mi Papá, que se obsesiona a veces con ciertas cosas, y hubo un año, donde todos los días hacía yogurt o Laban (el yogurt griego árabe), que sirve para tomar desayuno, comer con cereales, echarle mermelada, hacer salsas, tomar como leche y obviamente que para acompañar los rellenitos, que es la mejor parte.
Entonces, debido a la reciente problemática de ¿Qué hacemos si el yogurt griego no es realmente yogurt? y ¡Vamos a morir porque amamos el yogurt griego y es asqueroso realmente! fácil, me acordé de mi padre y su “laban” casero.
No descubrimos la dinamita, pero les voy a facilitar la vida al olvidarse de hacer yogurt de pajaritos y aquí va la receta:
Ingredientes:
- 1 litro de leche (ojalá entera o semidescremada, si es descremada, no les aseguro el cuajado, así que no se arriesguen)
- 1 tacita yogurt natural SOPROLE (este no está cuestionado por contacto, así que úsenlo)
Ustedes me dirán: qué fome, haces yogurt griego desde el yogurt del supermercado. ¡Y bueno! Es verdad, pero miren el lado positivo, es como multiplicar 1 vasito de yogurt natural por muchos y por el precio de uno. Y es más rico, sano, cremoso, ñami. Acuérdense de mi.
Pasos a seguir:
- En una olla, llevamos el litro de leche a hervir. Un hervor y retiramos del fuego.
- Cuando la temperatura de la leche baje, que nuestro dedo pueda tocarla 10 segundos y no te quemes, agregamos la taza de yogurt y revolvemos.
- Este paso es ultra importante y háganlo: Tapar y envolver la olla con una toalla o un paño grueso. El laban se demora aproximadamente 8 horas en cuajar, por eso recomiendo hacerlo en la noche y en la mañana tomar desayuno. Nosotros lo guardábamos dentro del horno, toda la noche.
- A las 7-8 horas va a estar listo, ese es el minuto de refrigerarlo. Tiene bastante duración, recomiendo ir haciendo de a un litro de leche y cuando se acabe, repetir el proceso.
Les prometo que es infalible la receta, si mi papá la hacía! cómo no les va a resultar.
Suerte con el desafío para comer un poco más sano!